Una herida es una pérdida de continuidad de la piel o mucosa, por lo tanto, dicha herida está rodeada de piel íntegra, la cual debemos mantener en buen estado para evitar la progresión de la lesión sobre el tejido íntegro.
Dentro del concepto TIME para la curación de heridas, la “E” está dedicada al “edge”, el borde, la piel perilesional.
¿Qué importancia tiene la piel perilesional?
La piel perilesional es aquella que rodea a la lesión delimitando y definiendo la herida, y por tanto, también expuesta a las secreciones y exudados de la misma.
Tras una primera medición del tamaño de la lesión y piel perilesional mediante escalas cualitativas (escala de Teller, EVA, escala de Wong Baker) y cuantitativas (reglas milimetradas, escalas de coronas circulares), debemos hacer una valoración del estado de la piel perilesional mediante la escala FEDPALLA, que describe y valora los bordes en función de su estado, la presencia de lesiones o de humedad, entre otros.
El objetivo es mantener la piel perilesional libre de lesiones, bien vascularizada y con un correcto nivel de humedad para favorecer la migración de células epiteliales al lecho de la herida.
Complicaciones de la piel perilesional
● Dermatitis perilesional: cambios inflamatorios de la piel perilesional
● Maceración: exposición a la humedad de forma prolongada
● Descamación: separación de elementos epiteliales de la piel en forma de escamas o membranas transparentes
● Edema: líquido acumulado en las capas subcutáneas de la piel perilesión.
● Vesículas: ampollas de líquido que separan las capas del tejido, acumulándose dicho líquido entre las capas.
● Excoriaciones: Pérdida visible de las primeras capas de la piel, resultando en una nueva lesión de escasa profundidad.
¿Cómo podemos cuidar la piel perilesional?
La piel en estado basal recubre sus capas con una capa hidrolipídica impermeable que dificulta la acción de la humedad y de los agentes patógenos, evitando la penetración de ambos a las capas más profundas.
En la exposición prolongada a la humedad o ante pérdidas de las primeras capas de la dermis por lesión, dicha capa hidrolipídica resulta dañada y desaparece, dejando a las células dérmicas expuestas a la humedad y los patógenos.
Para mantener la protección de la piel perilesional podemos emplear:
● Ácidos grasos hiperoxigenados
● Corticoides
● Cremas emolientes
● Cremas barrera impermeabilizantes
En definitiva, se emplean productos hidrófobos lipídicos para mantener la humedad propia de la piel evitando el exceso de humedad en la perilesión.
Polymem y la piel perilesional
Los apósitos Polymem están recubiertos de glicerina, un gel producto de la degradación de los ácidos grasos.
Sus propiedades emulsionantes además de hidrófugas eliminan la necesidad de utilizar productos barrera en los bordes de la lesión, manteniendo los mismos en un estado de temperatura y humedad óptimos, favoreciendo así la migración de células epiteliales.
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