Letálides, otra presentación del cáncer
Siguiendo las palabras de Augusto Morri, “si puedes curar, cura, si no puedes curar, alivia.” En el día a día de la cura de heridas, algunas pueden ser curadas, pero no siempre es posible. Nuestro objetivo, en ese caso, cambia, orientando nuestro tratamiento hacia el alivio y la paliación de síntomas sin perder de vista el cuidado del paciente. Hoy hablaremos de letálides, otra presentación del cáncer.
¿Qué son las letálides?
También conocidas como cutánides, las letálides son metástasis cutáneas resultan de la infiltración de la piel por proliferaciones de células procedentes de tumores malignos situados a distancia. La incidencia de letálides en pacientes con cáncer varía de un 0,6 a un 10,4%, siendo la más alta en mujeres con cáncer de mama.
La presentación clínica dependerá del tumor primario, pero generalmente suelen aparecer como lesiones nodulares. También, y frecuentemente, aparecen como lesiones en placa o úlceras.
En mujeres su aparición suele ser en la piel del tórax, mientras que en hombres lo más frecuente suele ser la piel del cuero cabelludo.
Cuando aparecen dichas lesiones, tenemos que tener en cuenta su alto metabolismo, su alta tasa de replicación celular y las particularidades innatas de su tratamiento y cuidado. Pueden ulcerarse o no, pero en ambos casos se deben tratar para controlar la inflamación y el dolor.
Tipos más frecuentes
- Carcinoma nodular metastásico: aparición de nódulos, rosados, en ocasiones múltiples y asociados a alopecia si aparecen en el cuero cabelludo.
- Carcinoma telangiectásico: aparición de vesículas violáceas, que tienden a ulcerarse y principalmente a resultar pruriginosas.
- Carcinoma erisipeloide: placa eritematosa, con borde activo. Usualmente no tiende a ulcerarse.
Tratamiento
Se basa en el adecuado manejo del tumor primario. Pero dada la accesibilidad de la mayoría de lesiones metastásicas en la piel, la cirugía y la radioterapia se indican frecuentemente (sin que eso haya demostrado alargar la supervivencia, sino con una finalidad paliativa y de tranquilidad para el paciente).
También deberemos tener en cuenta, en términos paliativos, el manejo adecuado del dolor si lo hay, de la inflamación y exudado, del prurito y de la posible sobreinfección bacteriana y mal olor.
Polymem y las letálides
Polymem puede ayudar en el tratamiento de las letálides desde un punto de vista de mejoría del dolor y de manejo de la inflamación.
El manejo del dolor debe ir asociado a un tratamiento oral o subcutáneo mediante medicamentos, pero en estadios tempranos el uso de apósitos Polymem podría retrasar el inicio de la necesidad de medicación oral gracias al control del dolor de forma local. En lo que respecta al control de la inflamación Polymem puede controlar los factores inflamatorios tanto en piel íntegra como en lesiones ulceradas.
En definitiva, las letálides son lesiones metastásicas que, aunque con baja incidencia, generan ansiedad al paciente, y pueden asociar complicaciones si se ulceran. Se pueden controlar algunas de ellas con los apósitos Polymem gracias a las propiedades de control del dolor y de la inflamación.