Lesiones por frío y congelación

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Tras un otoño de comienzo atípico, con el “veroño” más largo recordado y registrado, y demostraciones más tangibles del cambio climático tantas veces mencionado y tan poco trabajado para evitarlo, el 21 de este mes comienza el invierno. La estación fría por antonomasia trae excursiones a la montaña, días fríos y el recuerdo de la experiencia de Juanito Oiarzábal y Edurne Pasabán en el descenso del K2 con las lesiones sufridas por frío y congelación.

Definición

Las lesiones por congelación, también conocidas como “frostbite”, son aquellas que sobrevienen tras la exposición de los tejidos del cuerpo al frío extremo hasta llegar a la congelación de los mismos. Habitualmente dichas lesiones se producen en zonas distales del cuerpo, aunque pueden suceder en zonas proximales también.
Las temperaturas de congelación de la piel son -0.5 °C, de los músculos y tejido blando -2 °C y del hueso – 4 °C. Debemos recordar que la temperatura normal del cuerpo es de 36 °C, considerando la hipotermia leve una temperatura entre 32.5 °C hasta 36 °C, la moderada de
26.7 °C hasta 32.5 °C y la severa < 26.7 °C.
Como mecanismo de regulación del cuerpo ante una hipotermia se produce una vasoconstricción distal, siendo los tejidos distales más propensos y expuestos a alcanzar temperaturas extremas.

Síntomas

Una congelación leve y superficial causa ampollas y la inflamación del área afectada. Una congelación profunda genera una sensación en la extremidad de insensibilidad, enfriamiento y endurecimiento.
Habitualmente se producen ampollas superficiales y lesiones isquémicas, desde las leves hasta la necrosis del tejido.
El tejido necrótico puede ocasionar que la extremidad se vuelva gris y blanda (gangrena húmeda) o bien negra y apergaminada (gangrena seca)

Tipos y grados de lesiones

  • Congelación leve (Frostnip): el más común, es aquel enfriamiento superficial sin daño ni destrucción celular. Ocurre cuando el tejido se enfría debido a la constricción de los vasos sanguíneos y el suministro de sangre resulta inadecuado para el área afectada. La piel puede ponerse pálida o enrojecerse y sentirse extremadamente fría o entumecida.
  • Congelación moderada (Chilblains/Sabañones): ocurrido con mayor frecuencia en montañistas amateurs, y se caracteriza por ulceraciones superficiales de la piel ocasionadas por el descenso de temperatura. Son la inflamación dolorosa de los capilares sanguíneos de la piel que se produce en respuesta a la exposición repetida al aire frío. Los sabañones pueden causar prurito, eritema, inflamación y ampollas en las manos y los pies.
  • Congelación grave (Frostbite): la menos común, que se caracteriza por la destrucción celular con un daño notorio en tejidos. Se produce un edema leve, con necrosis profunda del tejido y habitualmente las lesiones son irreversibles.

Tratamiento

Debe ir encaminado al recalentamiento en fases agudas, tratando de limitar el daño y recuperar así el mayor número celular posible. El recalentamiento de la lesión es diferente en función del tiempo de exposición y al daño ocasionado.
La congelación leve puede tratarse de manera aguda con aumento del calor corporal mediante irradiación o calor local. En este grado, es raro que ocurra amputación o se requiera de algún tratamiento quirúrgico.
La congelación moderada o superficial requiere de un desbridamiento quirúrgico con la finalidad de evitar complicaciones, como pueden ser las infecciones, asociado a un aumento de la temperatura corporal y local.
La congelación grave es sinónimo de amputación de la zona lesionada, previa valoración por un equipo multidisciplinario, ya que el daño suele presentarse hasta siete días posteriores al diagnóstico.
El recalentamiento completo requiere unos 15 o 30 minutos: Durante el recalentamiento, se recomienda al paciente que mueva la parte afectada con suavidad. El área descongelada se vuelve extremadamente dolorosa a medida que se calienta, por lo que puede ser necesario la sedoanalgesia controlada del paciente.

Polymem y las lesiones por congelación.

Aunque la experiencia publicada del tratamiento de las lesiones por congelación con apósitos Polymem es baja, dadas las propiedades del apósito, podría ser utilizado en congelaciones moderadas/sabañones para el control del dolor y de la inflamación secundaria posterior al recalentamiento de la zona afectada.
En lesiones graves, donde las secuelas no son evitables, puede ayudar en el tratamiento del lecho de amputación y quirúrgico mediante el control del dolor, de la inflamación y la prevención de infecciones.

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