Infecciones nosocomiales, ¿el enemigo en casa?

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Tras el mes de febrero y las lesiones relacionadas con la dependencia, comenzamos marzo con un nuevo tema: las infecciones nosocomiales. Cuando, pese a tratar de hacer lo mejor para la cura y cuidados del paciente, la lesión se infecta en un hospital, el lugar que creemos como el más limpio y aséptico del mundo.

¿Qué son las infecciones nosocomiales?

 

Según el Center for Disease Control (CDC) estadounidense y la Organización Mundial de la Salud, “las infecciones nosocomiales (del latín nosocomīum, «hospital») son infecciones adquiridas durante la estancia en un hospital y que no estaban presentes ni en el período de incubación ni en el momento del ingreso del paciente”. Es decir, cuando la flora endógena de los hospitales o servicios asistenciales coloniza la lesión pese a todas las precauciones que tomamos para que eso no ocurra.

 

Prevalencia de infecciones nosocomiales y su importancia.

 

Pero, ¿por qué tienen tanta importancia? En España, anualmente se realiza el EPINE, estudio de prevalencia de infecciones nosocomiales en España. Los resultados del 2021, tras un 2020 pandémico, han tenido dos grandes resultados: tras años siendo las infecciones quirúrgicas las más prevalentes, en el 2021 las infecciones nosocomiales más prevalentes han sido las respiratorias, en parte probablemente debido al aumento del uso de ventilación mecánica. Y por otro lado, aparece el COVID 19 como agente patógeno nosocomial.

De los datos de años anteriores y actuales, tenemos que destacar que en torno al 20% de las infecciones nosocomiales en toda España son de heridas quirúrgicas. Un dato muy a tener en cuenta para los que nos dedicamos al cuidado de las heridas.

Los principales microorganismos que causan las infecciones en las heridas quirúrgicas, siempre según el EPINE, son en este orden:

  • Escherichia coli
  • Pseudomonas aeruginosa
  • Staphylococcus aureus

La importancia de las infecciones nosocomiales para los servicios de salud y los pacientes radica en que prolongan la estancia hospitalaria, aumentan el uso y resistencia a los antibióticos y retrasan la cura de las heridas, aumentando con ello el gasto sanitario.

 

¿Cómo podemos evitarlas?

 

Existen protocolos exhaustivos de prevención, asepsia y antisepsia tanto en quirófano como en UCI o unidades de reanimación postquirúrgica que previenen y evitan dichas infecciones.

La infección de la herida quirúrgica va relacionada con el procedimiento realizado, la duración del mismo y la “agresividad” del proceso quirúrgico y postquirúrgico.

La posibilidad de infección se asocia además a la frecuencia de cambio de apósito, momento en el que la lesión queda expuesta al ambiente.

 

Polymem puede ayudar

 

El acto quirúrgico y postquirúrgico queda siempre en manos de profesionales, a los cuales dotamos de medios técnicos.

En la gama de apósitos de Polymem, contamos con la opción Surgical, fácil de colocar al finalizar el acto quirúrgico antes de la salida del quirófano del paciente, y que proporciona las propiedades de los apósitos Polymem desde el primer instante de curación de la herida.

En lo que respecta a las infecciones, al ser aplicado desde el primer momento, protege de los patógenos externos y están diseñados para hacer un primer cambio entre el 3er y 5º día post intervención, reduciendo los cambios de apósito. Además, al contar con el surfactante que hemos mencionado en ocasiones anteriores, crea un ambiente hostil para los patógenos y mantiene la herida limpia.

Puedes leer también: Heridas Quirúrgicas

 

 

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