Entre los diferentes tipos de lesiones a las que uno se puede enfrentar están las heridas por desgarro de la piel. A diferencia de aquellas en las que hay un corte limpio, estas son más difíciles de tratar. Además, tardan más tiempo en curarse y tienen un mayor riesgo de infección. Te explicamos el porqué a continuación.
Por qué las heridas por desgarro de la piel son más peligrosas
Las heridas por desgarro de la piel se producen principalmente por lesiones, aunque también pueden ocurrir solas porque la dermis esté debilitada. Esto suele pasar cuando se sufren ciertas enfermedades, se siguen algunos tratamientos o se tiene edad avanzada. En cualquiera de estos casos las capas de la piel más finas se abren o se rompen.
Este tipo de heridas tardan más en curarse y, al ser irregulares, es mucho más fácil que acumulen patógenos y se infecten. En algunos casos, las lesiones que producen el desgarro arrancan parte de la piel, dejando expuestas las capas subcutáneas y aumentando aún más el riesgo de infección.
¿Cómo se tratan estas heridas?
Existen diferentes tratamientos que se pueden aplicar para los desgarros de la piel. Todo dependerá de si hay un riesgo potencial de infección, de la profundidad o del dolor que produzca.
- Desinflamatorios. En ocasiones los desgarros se producen de manera conjunta con traumatismos. Cuando esto pasa, es normal que exista inflamación. Estos medicamentos ayudarán a reducir la inflamación.
- Antibióticos. Los antibióticos se aplican por prescripción médica cuando se ha producido una infección en la zona. Pueden aplicarse directamente sobre la herida o tomarse por vía oral.
- Sutura. Cuando el desgarro se separa hay que unirlo para promover su cicatrización. Se suelen utilizar puntos de sutura, pegamentos quirúrgicos o bandas adhesivas especiales.
- Desbridamiento. Para favorecer la cicatrización se puede eliminar parte de la piel muerta o con riesgo de infección.
- Apósitos. Apósitos, como los de PolyMem, cubren la herida evitando la entrada de patógenos y suciedad. Además, alivian el dolor y aceleran la cicatrización.
Evitar el desgarro de la piel
En aquellos casos en los que los desgarros ocurren sin lesión, por una deficiencia de hidratación en la piel, se pueden tomar algunas medidas preventivas. Estas mantendrán la piel más flexible y fuerte, de manera que será más complicado que se rompa.
- Hidratación de la piel. Se puede hidratar la piel con cremas y aceites corporales.
- Alimentación. Hay que tomar suficientes líquidos y alimentos con alto contenido de agua. Las comidas protéicas como la carne, el pescado o los lácteos ayudan a la cicatrización.
- Ropa. Hay que utilizar prendas de abrigo adecuadas en los días más fríos.
- Guantes goma. Los productos químicos afectan negativamente a la piel. Es muy importante proteger las manos con guantes al limpiar.
- Agua tibia. El agua muy fría o muy caliente afecta a la capa protectora de la piel. Debe estar tibia.
- Evita los accidentes. Trata de tener especial cuidado en el salón poniendo topes en las puertas o protegiendo las esquinas de los muebles.
- Controla los movimientos. Si la piel se rompe con facilidad, es importante realizar los movimientos con suavidad.
Cuando las heridas por desgarro de la piel son habituales, no cicatrizan adecuadamente, duelen o se tiene sensación de fiebre, hay que acudir al dermatólogo. Te dará algunas recomendaciones específicas, como la utilización de apósitos para proteger la zona hasta que se cure.
Puedes leer también: Apósitos para heridas de grandes superficies: PolyMem