Heridas cavitadas, la guarida del exudado

  1. Blog
  2. Curación de Heridas
  3. Heridas cavitadas, la guarida del exudado

En el manejo de las heridas, en muchas ocasiones, nos encontramos con lesiones que aparentan ser menos extensas y profundas de lo que realmente son.
Se convierten en lesiones con una difícil curación, generando quebraderos de cabeza a los profesionales por la dificultad de llegar a tratar todas las zonas de la lesión de forma adecuada, evitando reservorios de patógenos, tejido desvitalizado, etc.

Hoy hablamos de heridas cavitadas, la guarida del exudado.

¿Qué son las heridas cavitadas?

Entendemos por herida cavitada cualquier lesión, intencionada o accidental, que afecte a las diferentes capas de la piel e incluso a estructuras subyacentes como tendones, huesos o músculos.

Son lesiones profundas o superficiales, pero con cavidades y espacios amplios no valorables a simple vista. Espacios vacíos que sirven de acúmulo de exudado, de bacterias patógenas o de tejido no viable que impiden el correcto desarrollo de la lesión.
Algunos de los aspectos importantes a valorar en estas heridas son: el tamaño, la forma, la profundidad, el tipo de tejido que hay en el lecho de la herida, el nivel de exudado, si hay presencia de signos de infección y el ambiente o los factores asociados al paciente que pueden afectar en la cicatrización.

Uno de los aspectos en los que más atención se debe prestar es en la gestión del exudado.
El acúmulo de un exceso de exudado conlleva:

  • Aumento del riesgo de infección: es un medio ideal para la proliferación de bacterias.
  • Dificultad para la migración celular: un exceso de exudado, con la consiguiente maceración, y un espacio demasiado extenso y no en contacto con otra superficie en fase de granulación impide la correcta migración epitelial.
  • Inflamación: el exudado de las lesiones es rico en factores inflamatorios, favoreciendo la actuación de las metaloproteasas.

Tratamiento

Una incorrecta gestión conlleva una cronificación de la inflamación y un retraso de la epitelización. En lesiones cavitadas es habitual que suceda este acúmulo si no se trata adecuadamente la lesión, resultando en una herida difícil de valorar y difícil de tratar.
Ya conocemos, de entradas anteriores del blog, cómo gestionar el exudado y tratar la maceración de la piel perilesional.
Debemos elegir, en el tratamiento de estas lesiones, un apósito fácil de insinuar, que se adapte al lecho de la lesión y que gestione el exudado de la forma más adecuada.

¿Qué apósito elijo?

En el vademécum de apósitos existen infinidad de opciones, que cubren mejor o peor las necesidades básicas de cuidado de la lesión. En la actualidad, los apósitos Polymem cuentan con la presentación WIC, en la cual cuenta con todas las propiedades y tecnología Polymem, excepto el film de poliuretano, para que ambas caras del apósito contacten con el lecho de la herida, resultando en todos los beneficios anagésicos, de gestión del exudado y de la colonización bacteriana y la posibilidad de insinuar en heridas cavitadas.

Se debe recordar que precisa un apósito secundario que sí posea el film de poliuretano para la correcta gestión del exudado.

0
CARRITO
  • No products in the cart.