Las infecciones en pacientes ingresados en instituciones médicas, las cuales pueden provocar complicaciones graves, se suelen transmitir por productos o superficies colonizadas por microorganismos (infecciones nosocomiales). Sin embargo, los esfuerzos actuales para producir superficies que reduzcan o inhiban la capacidad de dichos microorganismos para reproducirse se encuentran limitados. Uno de los motivos es el riesgo de contacto con los agentes antimicrobianos por parte de los usuarios(1). De este modo, sería deseable disponer de una superficie material que cuente con estas propiedades antimicrobianas, pero sin sus riesgos asociados. La necesidad actual de crear esparadrapos con superficies antimicrobianas se ha estudiado en el siguiente estudio preliminar.
Método
Se realizó un estudio multicéntrico en 6 centros de Hamburgo, Alemania, en que se recogieron 52 rollos de esparadrapo quirúrgico de diferentes fabricantes, y se comparó su grado de contaminación bacteriana con el de rollos sin usar (control), tomados de su embalaje original. Los rollos se aclararon con un líquido especial, en el que se midió el grado de contaminación bacteriana total (unidades formadoras de colonias, UFC).
Resultados
La cantidad de UFC por rollo varía notablemente entre los seis centros del estudio. Sin embargo, se observa una tendencia común: en general, los rollos usados tienen una contaminación bacteriana mayor que los rollos sin usar. En dos centros, incluso el grado de contaminación bacteriana de los rollos sin usar se encontraba por encima del límite. Los resultados sugieren que los rollos de esparadrapo podrían ser una fuente de transmisión de infecciones en el ámbito sanitario en el ejercicio diario y que se necesita crear superficies antimicrobianas que ayuden a reducir el riesgo de transmisión y distribución de microorganismos patógenos.
Se creó una superficie antimicrobiana en la que se añadió un óxido de metal especial al polímero de los rollos como parte del empaquetamiento. Este óxido de metal actúa como un catalizador para formar iones ácidos (H30+) en la superficie del rollo (se necesita humedad del aire). De esa manera se provoca una bajada del valor pH. La actividad microbiana se basa en la formación de esta superficie ácida, que evita el crecimiento celular, la proliferación de microbios, y la formación de biopelículas; lo que lleva a la eliminación de los agentes infecciosos.
Las pruebas in-vitro iniciales según la norma ISO 22196 con los rollos antimicrobianos (BSN medical GmbH) mostraron una gran eficacia contra la S. aureus (SARM) y S. epidermis, y una buena eficacia contra la E. coli. Concretamente, las muestras analizadas mostraron una reducción de los gérmenes mayor del 99,9 % (>log 3) tras 6 horas contra la S. aureus (SARM). Además, las pruebas antifúngicas mostraron una buena eficacia tras 3 y 6 horas contra Candida tropicalis, Candida glabrata y Candida albicans, respectivamente.
Conclusión
Los rollos antimicrobianos ofrecen una capa adicional de defensa higiénica y ayudan a reducir el riesgo de la transmisión y distribución de microbios patógenos.
I Zollfrank, C. , et. al. (2011) Antimicrobial activity of transition metal acid M003 prevents microbial growth on material surfaces. Materials Science and Engineering. 32 (1):47-54.
Autores: Birgit Struenseel (Marketing & Medical Competence, Hamburgo, Alemania) y Victoria Yu , Thorben Nehrdich y Verena Deing (BSN medical GmbH, Hamburgo, Alemania)
Puedes leer también Contaminación en los centros de salud y hospitales: un peligro real