Cuando visitas un centro médico lo haces esperando que tu salud mejore de alguna manera. Es cierto que algunas de estas visitas son rutinarias, mientras que otras son para tratar una dolencia concreta, pero en cualquier caso nunca se espera que sea un problema en sí. Sin embargo, en ocasiones son el origen de ciertas complicaciones de salud que pueden ser muy graves. En las siguientes líneas te mostramos algunos datos de interés sobre la contaminación en los centros de salud y hospitales y por qué son un peligro muy real.
¿Qué es la contaminación en los centros de salud y hospitales?
La contaminación microbiológica es muy habitual tanto en hospitales como en centros de salud. Algunos de los microorganismos responsables son estos: bacterias, hongos, virus, levaduras o mohos.
Cuando dicha contaminación afecta a un paciente se habla de infección nosocomial, también llamada infección adquirida en el hospital o intrahospitalaria.
Se califica así cuando la infección afecta a un paciente de un centro de salud u hospital, que no estaba infectado antes de su llegada al recinto médico. Pueden detectarse mientras está ingresado en el hospital, pero también una vez que ha recibido el alta o que ha abandonado el centro de salud. Por supuesto, también puede sufrirla el personal sanitario.
¿Cómo se produce la contaminación en los centros de salud y hospitales?
La contaminación hospitalaria se produce cuando un producto o un medicamento entra en contacto con cualquier microorganismo patógeno, en una área que se supone que tendría que estar esterilizada. También puede contactar directamente con el paciente, aunque es menos habitual.
Dependiendo del agente patógeno, y de la propia salud del paciente, las consecuencias serán unas u otras. Insistimos en que no es un tema que se pueda tomar a la ligera. Es cierto que en muchos casos no conllevan graves problemas de salud, pero en otros sí y pueden provocar hasta la muerte del afectado.
¿Cómo afecta la contaminación en los centros de salud y hospitales?
Decíamos en el apartado anterior que se trata de un asunto muy serio, hasta tal grado que las infecciones de este tipo son una de las principales causas de muerte entre los pacientes que se encuentran hospitalizados. Además del daño físico y moral del afectado y de sus familiares, este hecho conlleva un gran gasto para los sistemas de salud pública.
No se puede pasar por alto que esta clase de infecciones se dan tanto en los países más desarrollados como en aquellos que se encuentran en vías de desarrollo. Cabe destacar que un informe encargado por la OMS mostró que casi un 9 % de los pacientes de 55 hospitales tenían algún tipo de infección hospitalaria.
Estos centros se encontraban en 14 países que intentaban representar estas cuatro regiones: Mediterráneo Oriental, Europa, Pacífico Occidental y Sudeste Asiático. A buen seguro, un gran número de este tipo de infecciones pasan desapercibidas al no ser controladas o no mostrar síntomas de gravedad.
Como es lógico, un paciente que contrae un infección hospitalaria puede ver mermada su salud en mayor o menor medida. Cuando esto ocurre, lo normal es que se incrementen los días de estancia en el hospital y que existan diferentes complicaciones de salud. Al final, son los pacientes los grandes perjudicados, recalcando de nuevo que este hecho también conlleva un incremento considerable del gasto sanitario.
¿Qué tipo de infecciones son las más habituales en los hospitales?
Las infecciones nosocomiales más habituales son las que se producen en los quirófanos, en el tracto urinario y en las vías respiratorias. Además, se dan con mayor frecuencia en cuidados intensivos y en los quirófanos de cirugía aguda y de ortopedia.
Ya lo decíamos con anterioridad, el estado de salud del paciente está directamente relacionado con el grado de afectación de este tipo de infecciones. Son las personas de más edad, las que tienen una enfermedad grave y quienes reciben quimioterapia los que más sufren los efectos de las contaminación en los centros de salud y hospitales.
Las infecciones nosocomiales pueden afectar a nivel local, en heridas, en la piel o en la entrada de un catéter. Pero también pueden ser más virulentas y llegar al sistema circulatorio con serias consecuencias, como septicemia, sepsis o shock séptico. Sin olvidar que pueden producir insuficiencias orgánicas y otros problemas de salud muy serios.
Como decíamos en un apartado anterior, las infecciones en centros de salud y hospitales pueden tener graves consecuencias. Por ejemplo, la amputación de miembros, trastornos que resultan incapacitantes o incluso la muerte. Recordamos de nuevo que las infecciones nosocomiales son una de las causas principales de muerte entre los pacientes hospitalarios.
Es muy importante que en cuanto se detecte una contaminación de cualquier clase en un centro de salud u hospital se actúe cuanto antes. Por supuesto, a los pacientes afectados será necesario realizarles las pruebas pertinentes para poder combatir con celeridad la infección que está sufriendo.
¿Qué consecuencias económicas puede tener la contaminación en centros de salud y hospitales?
Aunque ya hemos mencionado en varias ocasiones el gasto que supone para las arcas públicas las infecciones hospitalarias, lo cierto es que es difícil cifrarlo. Dependerá de muchas circunstancias. Pero está claro que a nivel económico supondrá una serie de pérdidas, desde los días de más que tendrá que permanecer el paciente ingresado hasta la medicación que necesitará para su recuperación.
Sin olvidar que será necesario desinfectar la zona afectada y tomar otras medidas con el fin de combatir el problema. Además, habrá que evaluar hasta qué punto afecta la infección nosocomial al paciente para valorar posibles indemnizaciones. Por supuesto, si finalmente conlleva algún tipo de incapacidad, este hecho también supondrá un alto coste para el Estado.
A pesar de todo, sin duda el tema más preocupante es el daño que este tipo de problemas pueden causar al paciente. Para evitarlos, hay muchas medidas que se pueden tomar y también se pueden emplear ciertos productos que luchan contra situaciones como estas. Aún así, muchos se preguntan hasta cuándo habrá que esperar para que se tomen más medidas al respecto.
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